Entradas

Mostrando entradas de 2017

Lluvia de Noviembre

En este tiempo, las calles se ponen cada vez más anaranjadas, regalando atardeceres llenos de colores. Los pasos atestados de soledad, que me guían irremediablemente a los mismos lugares, se llenan de los aromas del olvido, como cuando recordamos viejas avenidas visitadas en la infancia, o tenues rostros amigables que han quedado en el pasado. Ahora las tardes se van mezclando del verano que viene, dejando un perfume de sol. Yo siento repetidamente su aroma que me asesina. En la soledad de las noches, cuando las estrellas me tienen despierto, en las mañanas aún frías cuando camino hacia el colegio, incluso en las ciudades alejadas cuando voy a clases. Y precisamente ahora, que las noticias han sido sorpresivamente bendiciones, me he quedado nuevamente contemplativo en soledad, a la espera de esa conexión prometida que nunca llega. La diferencia es que el ser que reflexiona sobre el tiempo ahora lo puede observar. Ya no corre a prisa, como esperando la epifanía difusa de antaño...

Abrazar a un Niño

Estoy sentado. Toda la familia está alrededor. Lo veo alejarse caminando con dificultad. Tiene un año y algunos meses. Él es mi sobrino. Lo veo a lo lejos pero, cada vez que me ve, sonríe como alegrándose de un chiste que mi cara aún no termina de decir. A mí no me causa gracia. Esta vez quería caminar al patio. Para ello, debía bajar un pequeño escaloncito de unos diez centímetros. Me muestra su mano moviendo sus deditos, indicándome que le sostenga para poder bajarlo. Lo ayudo casi sin pensar, casi sin conmoverme. Constantemente me burlo de mis tíos y familiares: “¿Qué tan tierno le ven? Es sólo un niño, casi bebé”, siempre les digo, haciéndome el duro. Pero algo ha cambiado. A mi edad, comienzo a sentir levemente los impulsos altruistas de querer dejar descendencia. Aún no sé por qué: comenzó a serme hermosa la idea de enseñar, de ser un ejemplo para alguna persona y de apoyar con cada día de mi existencia al desarrollo de una pequeña personita. Entonces, sentado, lo observo al...

Hablar con el Silencio (Segunda Parte)

Abro mis ojos al mundo, Recuerdo que estoy vivo. La mirada se va posando en objetos que recuerdo Y camino desorientado a los lugares de siempre. Saludo a la gente, Sonrío a los conocidos, Contemplo los árboles que conozco de memoria. La mañana sonríe al sol, Se sacude del rocío, Y los recuerdos de lo vivido dan sentido a mi existencia. Pero de pronto me confundo, No sé a dónde va el siguiente pie. Estás por ahí, sonriendo, Tranquila en momento de tormenta. Nos saludamos, Hablamos, Sonreímos a los recuerdos. Y ahí es cuando todo comienza a pasar: Hay esos ojos que miran destellantes hacia mí Como si me hablaran sin utilizar palabras. Tú estás normal, hablando de la vida, Sonriendo cuando las palabras van saliendo de ti. Pero yo me pierdo en un horizonte que no termina Como un laberinto al que entro sin saberlo. Veo que mi mirada se pierde a lo lejos, En un eje equidistante que está tras tus ojos. Porque en ellos veo los lagos qu...

Hablar con el Silencio

En estos caminos quebradizos donde se tejen los tiempos En estos cielos sucintos que  nunca olvidan su curso Los instantes se suceden, se persiguen, entre sí, Dejando nuestras miradas congeladas en recuerdos. Pero un ser que está condenado a la memoria No olvida nunca dónde se posa el silencio. Se posa en esa taza de té que dejas olvidada Se posa en bromas asoladas de tardes anaranjadas. Oh, porque los instantes quedan, imborrables Aunque la prisa de los días los intenten ocultar. El lenguaje del silencio mancha las mañanas con emociones Que se anidan en los papeles olvidados bajo el escritorio. El lenguaje del silencio se posa en vuelo sobre la lluvia Uniendo esas palabras que no me salían cuando te hablaba. Y la realidad se vuelve hermosa, a cada segundo, Porque une recuerdos que más tarde serán amor. Podemos hablar en acciones que nunca mentirán Y alzarnos frente al olvido con el alma descubierta. Porque las miradas pueden besarte cua...

Para los Cuartos Medios

Cuando este año vaya terminando, y los procesos de licenciatura y finalización de todo este proceso sean realizados, ustedes y yo estaremos tan ocupados que no podré decirles esto. Además, me haré el insensible y consideraré que sus llantos son ridículos. Pero ustedes saben que será broma. Que en el fondo me conmoveré igual que ustedes. Por eso, he decidido escribirles esto antes de que la prisa de fin de año llegue y estén corriendo todos de aquí para allá. Solamente tuve un año para conocerlos, pero durante este tiempo me he dado cuenta que son personas maravillosas. Sin excepción. Es cierto que algunos nombres me los aprendí recién ahora, o que hay algunos que incluso hoy confundo, pero también es cierto que olvidamos hasta en qué mes estamos y que el nombre no garantiza conocer a una persona. He conocido todo lo que he podido de ustedes: la ansiedad que presentan en estos momentos, las preocupaciones que los demás colocan en ustedes, las expectativas que se ven obligados a c...

Una Primavera de Cristal

Porque se tejen hilos, de Cristal a cada segundo Que unen lazos, que unen vidas, unen sentimientos. Donde coincidencias de caminos tienden a mirarse entre sí Y comprenderse el uno al otro, esta vez, sin hablar. Porque los días y los años, han devenido en tormentos Que has sabido enfrentar, que has sabido superar, Formando espíritu de mármol allí donde anida el río, Río de tormentas y de amores, más allá del mar. Porque el mundo se hace añicos, cuando no sabemos dónde va, Porque los días se hacen viento cuando trabajando se nos van Entorpecidos en la niebla de los caminos que antes hicimos Y que más pronto que tarde, a cada uno alegrarán. Así, en admiración, estas palabras torpes se crearon Que han visto y contemplado un espíritu espejo, Que amablemente, en los días, compartió una taza de té Acompañando las horas que ciegamente se nos iban. Y no ha querido dejar pasar, estos pensamientos etéreos Por la prisa del tiempo, que cruelmente hace olvi...

El Círculo Alrededor de la Luna

El camino hacia mi casa está en oscuridad. Los únicos árboles que han sobrevivido a la tala se mecen con el viento sur de la primavera que inicia, mientras la noche se erige solemne en el valle. En el cielo, la luna creciente brilla estoica, con un halo de luz a su alrededor. Las estrellas danzan lentamente a su paso, meciendo el cielo en un compás eterno. Yo camino lentamente bajo una sombra perpetua, conociendo el camino de tierra sin necesidad de verlo. Vislumbro el círculo de luz alrededor de la luna, contemplando el tiempo recursivo. ¿Cuántas veces me he detenido al caminar, pasmado por el cielo que me absorbe? Porque vuelvo a la casa que anidó mis penas, que me alimenta y me cobija. Porque los rostros que me acogen seguramente serán los que me verán morir, en esos días, cuando el tiempo termine por distorsionarse y se vuelva sobre sí mismo. Ahora los rayos de luz de la luna son el contrapunto del tiempo: me permiten congelar esta noche y eternizarla en palabras. Me permi...

Paroxismo

Por qué no puedo olvidar que estoy herido, Constantes instantes del tiempo que no se borran. Por qué no puedo olvidar que estuve extinto, hundido, Que las mentiras y las frases apuñalaron los días Que no me puedo perdonar el existir, Vacío, desprovisto de las herramientas Que veo y admiro. Por las puertas que he cerrado, sincero al dolor, Que debo cerrar para no volver a ser dañado Porque no nací para ser querido sino para querer, Porque he de aceptar, La cruda realidad, Que nací para seguir un camino de destierro Que no depara en los pasos compañías. Que la soledad me redime, Extinto, Como un juego de ajedrez solitario Como un laberinto que desplazo en solipsismo Y en las horas que sólo yo termino, Cuando me doy cuenta que respiro el mismo día, Voy pensando en mi propia compañía Que torpemente me custodia. Pero me duele el aceptar Que mi camino es solitario Que veo a los otros pasar, Reír, Besar, Que ya no me veo en fotograf...

Equinoccio de Primavera

Las tardes se suceden casi sin necesidad. Trato de estar solemne frente a las exigencias del día (que me exige más debido a los remplazos), de sonreír a los que comparten sus días conmigo (aunque ellos no me sonrían de vuelta) y cumplir en lo que se me pide. Llego al colegio sin prisa. Silbo alguna cancioncilla. Preparo mis clases pacíficamente. Llega el director a hablarme de un problema, sonriendo afablemente. Me ofrece un cigarro mientras me habla, que rechazo cortésmente. Luego que termina de hablarme, le respondo con una sonrisa. No veo el problema. Le digo mi posición claramente, resolviendo el drama. Él se sorprende. Yo me sorprendo que se sorprenda. Veo tristemente el olvido de una llave: no podré tener el taller de música con mis retoños el sábado. Trato de sonreír frente al infortunio. Trato de adaptarme. El encargado de UTP felicita mi entusiasmo, y me da palabras de consuelo debido a la desorganización. Le agradezco, de nuevo, sonriendo. Estoy en paz, tratando ...

Agosto

Ahora que el mes de los armos y los gatos ha terminado, ahora que las fechas antes celebradas suceden sin necesidad en el calendario, y ahora que el resfrío se está por fin marchando de mis pulmones, puedo reflexionar sobre la lejanía de los lamentos. Los días se han marchado lentamente, en la pacífica fusión de mis pensamientos en reposo, viajando entre dos ciudades alejadas por montañas. He de afirmar que me he ido acostumbrando a tener dos mini-semanas fugaces en el lapso en que los demás sólo tienen una. La distorsión del tiempo que ocurre en mi cabeza, que acelera mis pensamientos y me hace envejecer tempranamente, me ha permitido encontrar un ritmo biológico que me acomoda. Los aromos han florecido. La primavera lentamente se va posando en la existencia física llenando los paisajes de variados colores. El equinoccio se aproxima, y puedo sentirlo en la forma en que mi respiración genera los fenómenos. Me sorprende la lentitud con la que los silencios ahora se propagan...

Amanecer en Concepción

Fue una noche cansadora. Con Fabián, su familia, su polola Pamela, los demás padrinos de matrimonio y amigos trabajamos empeñosamente porque todo en la peña a beneficio del atropello de su madre saliera perfecto. Claro que el matrimonio se pospuso, pero al menos mis dos amigos decidieron irse a vivir juntos a un apartamento. Luego de ordenar todo, compartimos unas copas de wisky y nos fuimos, Fabián, Pamela y yo al apartamento nuevo. Era de noche, pero mientras fumábamos en el balcón de Fabián (Pamela dormía) comenzamos a darnos cuenta que los primeros rayos del sol empezaban a asomar. Hace años que no veía un amanecer. Nos cambiamos a la ventana de la sala de estudio, desde donde se podía ver mejor la salida del sol, y continuamos la conversación. Fabián me contaba lo apocalíptico que fue todo el proceso: la llama del accidente, los trámites, las visitas, los gastos. Yo escuchaba atentamente, tratando de demostrar con mi silencio la absoluta comprensión que sentía por mi amigo. A...

A tu Alma Sonreír

Ven secretamente a acompañarme, Mujer de ojos sublimes, En nuestra soledad. Ambos estamos solos Pero ambos estaremos bien. Ven a tejer las horas, juntos de la mano Ahora que sabemos mirarnos a los ojos, Ahora que los misterios del destino Nos han unido y permitido conocernos. Ambos estamos solos, pero acompañémonos, Mirándonos sorprendidos, ansiosos, de la mano. Porque sabes que nuestras miradas nos delatan, Porque sabes que nuestras sonrisas nos acusan, Y topemos nuestras manos frías, solitarias, Sabiendo que algún día las habremos de separar. Prometo acariciar tus dedos con epifanías Porque sé que más tarde las recordarás; Prometo sonreír a tus gestos, inocente, Porque sé que más tarde te irás. Prometo llenar tus minutos de cosquillas nerviosas Como esa primera vez que te enamoraste, Y sacar destellos de alegría de tus ojos negros Cuando mire cómplice a tu alma despierta. Y cuando emitas un pensamiento nervioso, Al sentir mis...

Calvicie

De pie, soñoliento, de pie frente al espejo. La imagen que me ha visto desde que era un niño Separado del estoico rostro que hoy me mira, Contemplo en nostalgia el crudo paso del tiempo. Cada arruga, cada mancha, cada cabello que me falta Es una historia, un recuerdo, una persona que me ha dañado. Cada mañana, soñoliento, el mismo ritual que contempla mi rostro, Pero salgo afuera al mundo a hacer lo que mejor sé hacer… Recuerdo, de niño,  esa sonrisa que gritaba al viento. Recuerdo los pasos, agigantados, de sueños y templanzas. Cómo los pasos, uno por uno, se fueron rozando, Hasta dejarme cojeando en una edad en la que no me reconozco. Y veo pasar, injusto, un tiempo que me ha golpeado, Y ha anidado en vergüenza lo que una vez fue clamor. Desvestido en mis errores, en mis faltas, en mis falsos amores Contemplo mi rostro magullado, de dolor y autocompasión, Pero salgo afuera al mundo a hacer lo que mejor sé hacer… Rasco mi cabeza, nervioso, ...

¿El Diamante de la Realidad?

Materia que se agrupará conforme al pensamiento, Deambulando entre los límites de lo onírico y la razón Y las ondas propagadas de energía subrepticia Moverán los engranes y echarán a correr el tiempo. Y aquí en mi mente, dormida, unificadora, Creadora de una realidad que coincide y el recuerdo, Por entre los bosques de lo percibido atrás En el futuro que será de todos, La luz eterna se grabará, se anclará Conforme a una gravedad proporcional. Mente y materia, Se unen en espíritu… Hay un acertijo indescriptible dentro de la mente Donde se sitúan las bases de todo lo que existe. En ese límite inexacto entre el yo y todo lo demás, Fugaz y etéreo que con palabras no puede expresarse. El Talismán, Cristal, Prisma, Diamante, Misterio de todas las realidades, La última fantasía hecha por la memoria Atrapada en la ilusión del tiempo. Si existe o no existe el yo, Si existe o no existe la realidad: Es una y la misma pregunta. 

Solsticio de Invierno

Mientras viajo a través de los cerros llenos de pinos en una lluvia copiosa, contemplo la víspera taciturna hacia la noche más larga del año. Llego a Concepción bajo un cielo nuboso sin estrellas, contactando con mis compañeros de estudio mientras investigamos la interioridad del ser humano. La oscuridad es insondable. Como presagié, el mundo espiritual y el material están más unidos que nunca. Luego de haber terminado la investigación, preparo la manta para irme a dormir en el sofá de la casa, mientras afuera la tormenta obtiene momentos de calma. Cierro mis ojos para encontrar la inmensidad de la oscuridad: las energías fluyen como los ríos y sobrepasan sin dificultad las intervenciones de mi dolor de cabeza. Me voy a las tierras oníricas. Al otro día, en la mañana, el silencio de un sol nublado se ve armónicamente interrumpido por el aleatorio caer de las gotas de agua, desde las ramas de los árboles hacia los suelos. Camino hacia abajo por el cerro con el estómago vacío. Veo p...

El Bosque

Cortaron el bosque en las afueras de nuestra casa. Cada vez que paso por el camino, contemplando los cadáveres de aromos, álamos y eucaliptus tumbados en el suelo, siento toda la muerte pesando sobre mi respiración. Con mi padre y Martín caminábamos por sus senderos, buscando trozos de leña botados para calentarnos, pues nunca nos atrevimos a cortar ninguna rama. Nos entreteníamos buscando hongos después de la lluvia, o plantando extrañas hierbas que más luego olvidábamos dónde las habíamos sembrado. Con mis amigos íbamos a caminar mientras conversábamos de nuestras anécdotas, fumando pipa para amenizar las historias. En las mañanas, la luz del sol se filtraba por sobre las cimas de los álamos, llegando a la ventana de nuestro dormitorio en el segundo piso. Cuando llovía, todas las ramas se mecían estoicamente con el viento, haciendo que ineludiblemente conociéramos el sublime y abstracto sonido de las tormentas breves. En las noches, cuando me asomaba a contemplar los cielos, l...

Sinfonía de un Hombre Loco

Me he dado cuenta que sólo se puede ser feliz dentro de uno mismo. Me he cansado de tratar que los pensamientos calcen, con la realidad. Me he cansado del desprecio, De la soledad, De los días que pasan, incansables, Me he cansado de la soledad misma que se torna siempre eterna. Porque el mundo da vueltas, alocado, por donde no sabes dónde. Porque las mentiras que otros dicen siempre terminan en mis pensamientos. Porque las marcas, del tiempo, parecen rebotar en sí mismas, Y ancladas en mis memorias no me dejan proseguir la ruta. Me he dado cuenta que sólo se puede ser feliz dentro de uno mismo. Las mañanas, Las noches, Los amaneceres teñidos de soledad. Me he dado cuenta que los sentimientos siempre terminan donde ellos quieran, Retorcidos, Como laberintos desolados que se mezclan con lo que he perdido. Me he dado cuenta que sólo se puede ser feliz dentro de uno mismo. Que las compañías sólo han durado lo que dura la hipocresía, Que los abraz...

El Segundo Sólo Mío

Me siento perdido en un tiempo que es sólo mío, Me siento acongojado por la esperanza perdida. Por los pasos inseguros hacia no sé dónde, Por el horizonte que se oculta y se esconde. Me siento solitario en segundos que sólo son míos, En esos momentos en que sólo escucho el silencio. En estos brazos que sólo se abrazan a sí mismos, Me siento gastando un tiempo que sólo percibo yo. Porque estoy haciendo un camino en el que sólo deambula mi sombra, Porque escribo memorias que sólo yo estoy condenado a leer, Porque estoy sonriendo a una sonrisa que sólo veo en el espejo, Porque hablo palabras vacías que sólo llegan a mis oídos. Porque estoy solo, sin quererlo, Solo en medio de este universo. 
Me desespera, me desespera. Por Dios que ya no tolero el eterno fluir del tiempo. No quiero que siga avanzando! Quiero verlo en su totalidad, entenderlo, poder ver el pasado que tanto me ha hecho sufrir y poder darle sentido con los actos que vienen en el futuro y poder decir "ésto pasó por ésto". Porque no puedo, no puedo entender a que vienen tantas cosas, a qué viene el dolor, a qué vienen los tormentos, a qué viene la gente cuando se me une y luego se marcha. Si no puedo volver al pasado y remediar lo hecho, si no puedo volver a los hechos y no conocer a esas personas que tanto quise y que luego se han ido... al menos quisiera saber a dónde lleva todo esto: a dónde.. A dónde conducen los pensamientos cuando no los puedo controlar. Cuando no puedo dejar de recordar, cuando no puedo dejar de recordar, cuando no puedo dejar de recordar, cuando no puedo dejar de recordar, cuando no puedo dejar de recordar, cuando no puedo dejar de recordar, cuando no puedo dejar de recordar...

Ser Consciente

Cuando el soñador despierta a la realidad Cuando se sumerge el mundo de los sentidos, Algo muere. ¿Pero qué es lo que muere cuando comienza su mente a funcionar? Cuando cada pensamiento comienza a ordenarse, Uno tras otro, Cuando el presente mismo se hunde en el fluir indetenible del tiempo, Cuando la conciencia se percibe a si misma y se cree despierta, ¿no es acaso la misma muerte lo que te trae a la vida?

Hojas de Otoño al Viento

Me encantaría poder escribir alguna confesión. Como esas historias anónimas que aparecen en los muros de las redes sociales, donde alguien se manda cagadas y luego es entretenido de leer. Pero no. Yo trato de hacer las cosas bien, y ahí me salen mal. Puras cagadas y mala suerte. Camino tratando de patear las hojas que lentamente avanzan al viento por la alameda. Sí, la misma alameda en donde hace unas semanas robaron mi auto, y nadie más supo de él. La misma alameda donde pololeaba, con esa primera mujer que tanto quise y que más tarde decidió seguir su camino sola. La misma alameda donde más de una tarde me senté a escribirle alguna cosilla a esa otra mujer con la que intenté amar seriamente, y que también despreció la seriedad deambulando en la promiscuidad. Cada cual busca su felicidad. No tiene nada de malo. Yo ya lo intenté varias veces, ya nada más. El viento golpea insondable las ramas que se mecen al frío, avecinando una lluvia tempestuosa, haciendo que las hojas cai...

Una Danza Eterna

No existe un eje entre las palabras y el corazón, No existe ese recuerdo que lentamente se borró, Lo oculté, Bajo esa niebla que parece flotar al viento. No hay otro lugar que este horizonte burlesco, para quien, Se dirija la mirada a sí mismo y, comente, Que los soles son él, al vacío, sonriente, Detrás de esa risa en latidos de amor. Porque hay un manto que lo cubre todo, de hermosura tiernísima, En pensamientos al tiempo que más tarde,  han de caer: En tarde de otoño la fiera busca a su dueña, Por detrás, De esos recuerdos eclipsados entre lagos de sirenas. Y en ese manto, sepultoso, de la mirada blanca al tesoral, Dibujar las sonrisas llovidas de rocío, Despistadas, Como cuando se le toma de un pétalo cintura abierta. Yo he tratado de mirar, hacia los ojos, a ese sentimiento vacío, Llamando arenas, desiertos, tristes torpes a la mar, De un rayo que de truenos, desposeídos, arrancados al viento, pecador, Me toque en las manos y delica...

Transparencia

Porque me oculto en mis propios ojos Mirándome por dentro de los demás, Y veo sonrisas, caricias, brillos y destellos Miradas que perdidas me hacen desaparecer. Existo en las miradas de los que me miran Creando un espejo que me recuerda el vivir, Y vivir, Y vivir, Cruzándome en miradas que se pierden, Que me toman el alma que quiero ocultar. Porque pasan los días en miradas encontradas, Pasan los ojos que soy condenado a recordar… Y cada vez que me cruzo con una mirada, Y cada vez que veo otros espejos ojos: Desaparezco… Desaparezco… Desaparezco…

Entra al Vacío

Las bases inextricables del ser Cómo se pierden… Cómo se unen… Cómo me encuentro a mí mismo desolado en solitarios pasillos Huyendo de la sombra de recuerdos escondidos. Huye dentro de mí una conciencia pacifista, Pacifista que no es mía, no es tuya, no es de nadie, Es del universo entero que se mira a si mismo Soy sólo una hoja del gran árbol de la eternidad. Y mi propia existencia ya no existe, porque no la tengo. Está en todas partes, en todos los suspiros, Es mi conciencia que no es mía, es eterna, Consternada y respirando, En las piedras de mi camino soy yo mismo, En las nubes que se mueven yo me muevo, En el río que fluye, en los niños que ríen, En noche que tirita al frío, en el sol que sale… Yo no existo, No hay alegría más grande… No hay límites. 

Decir Adiós sin Irme

Ahora que las multitudes se han callado en lejanías, Ahora que sólo sopesan las distancias quebrantables, Ahora que se ha destruido el nido del intento, Ahora, Mirar hacia atrás es perdonar lo inexpresable. Ahora, Ahora que después de haber sepultado los martillos Del horror, paroxismo, dentro de mis llantos, Destruidos los recuerdos de lo que no hice, En el sur de los quereres, de las soledades Porque inquebrantables quedarán los lamentos sostenidos, Lamentos de haberme ido en despojo del tiempo Suspirando los pasos que me faltaron dar, Los caminos que no alcancé a disfrutar, Porque ahora desde la guarida salvo solemne la integridad, Y salvo marchito el haber entregado lo que no tenía. Ahora que los días transcurridos son sólo recuerdos fugaces, Que mi mente en vejez sináptica olvidará irreversible Ahora que las fotografías y videos destiñen en sonrisas, Ahora que me siento a pensar, En soledad, Las carreteras escarchadas de abrazos destr...