Decir Adiós sin Irme

Ahora que las multitudes se han callado en lejanías,
Ahora que sólo sopesan las distancias quebrantables,
Ahora que se ha destruido el nido del intento,
Ahora,
Mirar hacia atrás es perdonar lo inexpresable.

Ahora,
Ahora que después de haber sepultado los martillos
Del horror, paroxismo, dentro de mis llantos,
Destruidos los recuerdos de lo que no hice,
En el sur de los quereres, de las soledades
Porque inquebrantables quedarán los lamentos sostenidos,
Lamentos de haberme ido en despojo del tiempo
Suspirando los pasos que me faltaron dar,
Los caminos que no alcancé a disfrutar,
Porque ahora desde la guarida salvo solemne la integridad,
Y salvo marchito el haber entregado lo que no tenía.

Ahora que los días transcurridos son sólo recuerdos fugaces,
Que mi mente en vejez sináptica olvidará irreversible
Ahora que las fotografías y videos destiñen en sonrisas,
Ahora que me siento a pensar,
En soledad,
Las carreteras escarchadas de abrazos destruidos.
Comentarios sospechados que no tenían sentido,
Que destruían mi integridad de montaña dominada
De caminos conocidos y almas transparentes,
Porque estos ojos sonrientes no han sabido herir,
Cuando los agresores quizás lo merecían,
Porque estos brazos no saben dañar sino abrazar
Porque estas palabras no saben destruir sino amar:
Ahora las palabras sobran al viento que las formó
Ahora los sentimientos afloran como vertientes congeladas
Recién descubiertos…
Ahora,
Ahora que no queda nada,
Nada de los días pasados y sufridos,
Ahora que el tiempo ya se tejió, se armó,
Se eternizó y se enterró,
Ahora no tiene sentido destruir los recuerdos que amaré,
Ahora no tiene remedio este dolor dentro de mí
Porque me fui, de donde no debía,
Porque confesé, cuando debí mentir,
Porque entregué, cuando debí encerrarme,
En el dolor de la soledad segura
De la compañía de la compasión,
Del marcharme de lo que amaba. 

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