El Cumpleaños de Mi Ex
Ex mejor amiga, aclaro inmediatamente, para frenar a los fanáticos de las teleseries. Eso lo hace aún más raro. Aún hay cariño con ella, pero no sé por qué ya no es lo mismo.
Yo sé que, por más empeño que le coloquen, siempre estas fiestas en las que se mezclan seres de nuestra edad con los tíos y padres de mi amiga, van a ser raras. Así que me propuse no ir sobrio. Buscaría cualquier droga, pero iría en otra.
Al final vine a buscar a dos amigos. Pololos. Los quiero. Luego a un tercero, medio porfiadito, pero igual lo quiero. Me agrada mucho su hermana, pero no es mutuo. Nunca quiero pasar a su casa para no alimentar sospechas, pero igual me hizo pasar. Lo único raro en la hermana de mi amigo es que su nombre es el que yo soñé hace años, y que siempre me recibe con un abrazo super tierno y largo, lo que siempre disfruto mucho pero me toma por sorpresa. Quién entiende a las mujeres, digo yo.
Manejo con todos ellos a la casa de mi ex mejor amiga. Cerveza, luego vino, luego tequila. Esto de comer tanta mezcla de cosas hace que a uno se le reviente el estómago. Conversamos las trivialidades de siempre, bromeamos con los tíos. He de confesar que de todos los presentes, la más callada y seria es precisamente mi amiga la cumpleañera. Siempre ha sido así. No como su prima, una flaca risueña que habla muy rápido y ansiosamente (que ahora me di cuenta por cierto está muy rica). Su pololo también era simpático, igual de ansioso que ella.
Recuerdo que luego se nos acabó el tequila. Recuerdo que se fueron todos. Recuerdo que sólo quedamos mi amiga y yo en la casa, y que me ofreció un café. Yo sólo quería irme, porque encontraba ridículo quedarme. Conversamos de tonteras. Mi amiga encontró ridículo que viviera con una gata. Ahora entiendo por qué ya no somos mejores amigos: ella dejó de conmoverse por lo que me pasara.
Ah, maldita sea. Ahora que terminé el café, ¿Puedo irme? No es que me desagrade conversar con mi amiga, a la cual todavía quiero mucho, es que encuentro ridículo que crea que no podré manejar por haber tomado. Estas cosas en vez de preocupaciones parecen insultos. Mientras hablo con mi amiga, hablo por mensajes con mi otra amiga.
¿Por qué diablos le ponemos nombres a las relaciones? Para ellas dos no es lo mismo decir "amiga". Cada relación es distinta, única. Yo no quiero nada de rapunzel, al menos ahora, sólo quisiera estar hablando con ella justo en este momento. Que me contara de su vida, y yo sólo escuchar. Mientras manejo por la ciudad llena de niebla, a las cuatro de la mañana, hablo con ella. Maldita sea, ¿Por qué no puedo confesar algo? Me gustaría estar allá con ella viendo la serie que está viendo.
No hay nada más extraño que ir al cumpleaños de tu ex mejor amiga. Al final, te encuentras contigo mismo y terminas confesando algo que no debías.
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