Años Perdidos
Dediqué
mis días a beber un mar que no se acababa,
A caminar
por un sendero que no terminaba,
Intenté
abrir una puerta que fue una muralla
Empujando
a las nubes en contra del viento.
Dediqué
años a amar lo imperdonable
Y creí
conocer a quien no se mostró,
Dediqué mis
palabras a consolar estatuas,
A acariciar
piel que siempre estuvo muerta,
Luché
por años a salvar un barco hundido,
Levanté cada
ladrillo de un muro derribado,
Besé labios
que siempre estuvieron abiertos,
Pasaron
años amando lo que nunca estuvo.
Y
pasaron años escuchando al silencio,
Perpetuando
un nido que sólo era una rama,
De la
mano con una muñeca que no caminaba,
Hablando
en solitario con las paredes.
Y pasaron
años sonriéndole al vacío,
Construyendo
una casa sin un techo,
Luchando
una guerra que ya estaba terminada.
Dediqué
tantos años a comer un plato sin comida,
A contar
un calendario que no avanzó,
A celebrar
fechas que no se perpetuaron
Y que se
perdieron en la muerte misma.
Años
perdidos
En los
que me resté a mí mismo…
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