Kalistero

Se cruzarán unos soles estrechos, bajo mis pies Mientras despacio por desolados caminos corro, Yo no he buscado otra cosa que la calma En una tempestad impuesta En un desnutrido laberinto. Yo no me doy cuenta cómo mis brazos se cruzan. Yo sólo respiro Y jadeo a lo siniestro. No puedo entender por qué los soles se cerraron Quemándome por dentro de mi interioridad, Y las llamas que sonríen a mis pesadillas Cantan canciones de desagrado Y hunden mi rostro de imperfecciones. Cada vez que sonrío las llamas me abrasan, me abrasan, Crucifican un lamento desolado que se posa en mi rostro, Cada vez que hablo mis latidos, gemían, Agonizando un abrazo lastimero que nunca se dio. Y ahora que la tempestad se ha hecho costumbre Y ha sembrado su nido en mis memorias confusas Los sueños perplejos de un proyecto Se rompen en mil pedazos de cariño, Mil pedazos de soles, Mil pedazos de cariños que no tengo, Estos soles, Estos soles que me persiguen...

Tengo miedo. Días en falsa quietud de manos inquietas. Tengo miedo. Los amaneceres se ocultan de mi sonrisa. Un gato se escapa de mis cariños La noche se hace corta, la mañana tediosa. Me sonríe sólo cuando estamos solos Se avergüenza de mí, Se avergüenza de mi ser. Tengo frío. Hace frío. Se ríen de mí. Duermo sólo porque el misterio es sólo mío. No me reconozco. Los cabellos brillan en su ausencia. Se me olvida cómo caminaba yo. Hace frío. Abrazo de mi madre, Extraño caricias que se han ido. Quiero tomarme del brazo de mi padre, Que no se dé cuenta que tengo 24. Quiero despertar de la pesadilla y tener a quién contársela. Las calles me dan miedo. Mi rostro no es mi rostro. ¡No entiendo de qué se ríen! Los odio y los amo. Los amo. Los quiero. Los ayudo. ¿Por qué nadie me ayuda? Siento el peso en mi rostro. Siento un peso muy grande, que me aprieta. Que no me deja sonreír. Mi cara no es mi cara. Mi pasa...

Yo no entiendo, Yo no entiendo. Las miradas se me van al norte Donde he dejado mis pasos livianos, Necesito tiempo para olvidar Olvidar todo lo que he hecho. Quiero reparar mis pensamientos rotos El tiempo que en mis sienes se forjó. No lo entiendo, No entiendo, Esta crispación sin sentido: De las personas que llegan al atardecer, Queriéndome besar Mientras por dentro de mí lo quiero Por fuera de mi me lo niego. Y ahora que estas manos esbozan mis lamentos Las sonrisas me las fuerzo en mi rostro Y grito mi nombre, A las cuatro montañas a mi alrededor, Para encontrarme dónde, En qué momento estoy. ¿Estoy? ¿En el cielo? ¿El infierno? Las palabras se lamentan al viento Se esfuman en nebulosas de certidumbres. Hay un abrazo, confuso, Que se permite realizar. Pero nada dura para siempre Y congelo un abrazo entregado Para recordarlo. Una lluvia se eleva, Las gotas se van hacia el cielo, Perdiéndose entre las n...

Has caminado por las estepas del mundo para conocerlo Sonriendo siempre al desconocido que te tiende la mano, Y parece que no quedan misterios a tu sonrisa nerviosa Que no se te oculten al semblante de tus miradas. Deambulas por las ciudades dejando amores quebrantados Recuerdos sumidos en la nostalgia de un lugar que desearás Y ese abrigo, cuidadosamente ornamentado de bellezas Que te protege de un frío patagón que tarda en llegar. No hay caminos que te permitan olvidar de dónde vienes Las sonrisas no tardan en salir emergentes de la nada, Una presentación, una mirada basta, para cegarlos hoy Desprendidos de tus encantos las ciudades se pierden. Pero yaces perdida en una vida que, como yo, inventas, Anhelando, algo de ti, que no sabes que existía, Anhelando cosquillas de ciudades europeas Anhelando besos de personas que se fueron. Yo te observo, perdida, en tu propia melancolía Me recuerda mi nombre, mis temores, mis fracasos, Conversam...