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Mostrando entradas de diciembre, 2015

Recuerdos

Recuerdo que sonreíamos cuando se me caía una pestaña Y soñolientos inventábamos un juego de adivinanzas Adivinanzas que hoy se burlan de mis recuerdos Perecederas del tiempo, que se parecen a ti. Recuerdo que me memorizaba tus curvas abiertas, La divina proporción de tus mejillas. Y esas risas que se alargaban sobre mis lamentos, De una guitarra bien tocada una mañana de domingo Tú cantabas sonreída mirando hacia la ventana, Mientras yo te interrumpía toqueteando tu cintura. Ahora el silencio se parece menos a tus cariños Y un devenir absorto me confunde en las nostalgias. Yo sólo sé recordar, Idiota, Los días que ya no fueron. Pero me apena, y me apena, No haber sabido hacia dónde iba todo. Me apena no entender hacía dónde se fueron los sueños, Cenizas sobre cenizas, y recuerdos que se olvidan. Idiota, idiota, Todo duele como un lamento, Siento una agonía que me impide respirar cuando me acuerdo, Por los malditos días que no pueden vol...

Primer Amor (Demo)

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Ridículo

Lo reconozco: Nunca fui bueno para las matemáticas. Y cuando el destino me pide un aprendizaje exacto Te veo dormir y al horizonte veo la ventana. Lo reconozco: Nunca fui bueno para las matemáticas. La frase exacta, en el momento preciso Y el infinito caería rendido sobre nuestros brazos. Yo sólo sé de crispaciones, De unicornios y de amores, De esos “te quiero” que se dicen sin pensar. Yo soy ridículo en la conquista de un verso, Sólo te contemplo dormir y mis pensamientos vuelan: ¿Qué somos? ¿Qué significa esto? ¿Qué es el destino Que cruzó hoy, geométricamente, nuestras miradas? El sol se esconde Y he pensado en no dormir. Eternizar un momento que sé que no volverá. Ridículo, el viento, Y un deseo que se fue, Sólo premisas vacías que se hunden en ti Y yo que me nublo hacia lo escondido de este viaje Y se colma en una emergencia de lo que no pasará. Lo reconozco, Ahora: No soy bueno, nunca fui bueno, para las matemática...

Ven Conmigo

Ven. Ven conmigo. No temas nacer. No hay precipicio que oculte tu belleza Y que despeje de tu mirar tu esencia. Ven. Ven conmigo. No temas volver a nacer. No hay silencio que oculte tus risas Aún perdidas en lo que no me has dicho. Ven conmigo al origen de las golondrinas, Ven conmigo al misterio de nosotros. Nos contendremos en mares de angustias, Nos moldearemos al son del amor, Y luego de una nube Que al pasar se difumine, Contendremos en beso que no se dará Y abrazaremos a la sombra misma de nosotros, Moldearemos el destino a nuestros pasos Y pensaremos hasta que las estrellas marchen Y nos avisen que el vínculo se ha hecho. Ven. Ven conmigo. Invitemos al amor. Conversemos por cinco días Hasta que las dudas no se muestren, Hasta que no nos queden secretos en nuestras almas, Hasta que no nos quede un cobarde escondite En donde posar nuestro miedo al amar. Ven. Ven conmigo. Te invito a nacer de nuevo. A nacer en...

Pasos Perdidos

Camino por una nueva calle esperando encontrarme. Los cerros teñidos de blanco que resucitan. Viejos negocios en anuncios que destiñen Y un paso irrefrenado de un dinero sin sentido. Un golpe al caminar y un perro que ladra. Despierta una realidad que por dentro se quebró. Doblo en la esquina esperando un simple cruce Y unos ojos grises suspiraron mi encontrar. Y esa mirada que te encontró y me dijo: “tú no eres de por aquí”, Resopló en las sábanas parcas Mientras hacíamos el amor, Y ese cruce de caminos absortos Esperando una relación casual, Fue el equinoccio perfecto De los meses que nos deseamos. En mis brazos, suave, una mujer desnuda Tocó las constelaciones y las movió a mi favor, Y esa calle, que ahora juntos nos encontró Es la única testigo de lo que se perpetuó. Ahora las calles nuevas siempre esperan encontrarme, Sumirme en pensamientos que más tarde olvidaré. Rencontrarme con el infinito en las caderas de una mujer Y conte...

Amiga

Tu voz se escuchó en silencio de una tarde de verano, Tus ojos marcharon en blanco cuando la soledad me integraba.   Tú, Espejo de ti misma, Siempre marcas en tu cuerpo una sonrisa despistada. Caminamos de la mano, pero sin tocarnos. Recorremos los senderos, de esta vida y la otra. Nos miramos a los ojos, sin incomodarnos, Nos acompañamos a nosotros, sin dejar de estar solos. Tu risa se escuchó esa tarde, cuando la música cesó, Tus manos apoyaron mi hombro cuando mi ser se nubló. Y tantos años, Sobre nosotros juntos, Se anularon sobre el amor y sólo nosotros lo supimos. Estos días, junto a ti, Son la mixtura de nuestros nombres. Esta soledad, lejos de ti, Es la nostalgia de que no estés aquí. Tú, Espejo de ti misma, Siempre dudas del amor que por doquier habita en ti. Perpetuamos nuestros actos, sin dejar de ser libres. Pensamos lo que soñamos, sin unirnos ni engañarnos. Y cuando el tiempo, sobre una lágrima Sobre nosotros se...

Contemplación

El mirar por la ventana, Cerrar los ojos al alba, Sorprender al silencio Y mi respirar se cansa. De pronto el segundero se detiene Y el sendero que rompe el tiempo,  La existencia se cruza en todo Se rompe el espacio en mil soles: De pronto en sí mismo Se rompe el cielo y la tierra Se pierde mi existencia en un espiral de pensamientos Destruyo el vacío y marchitos mis pasos. Un rostro indescriptible Se esconde en una nube, Una mirada consternada Me encuentra despistado… ¡Aquí! ¡Ahora! ¡Ya no existe! Hace años escribí este poema Y ahora no lo recuerdo, Ahora no soy yo El tiempo se retuerce Cada palabra anula mi existencia, No existo, No existo, Muy por dentro de mí Llego a no existir. No puedo abrir los ojos que ya no tengo Ni encontrar mi memoria que ya no recuerda, No hay sentimientos de amor para quien no existe No hay pensamientos en el vacío de la contemplación . 

Ciudad de Los Ángeles

Ciudad de recuerdos hechos y eternizados Y las calles te entrecerraban sobre mis pasos Anhelante, contemplé el atardecer sobre mis hombros “Hola”, “cómo te llamas” me acostumbré a escuchar Y sobre el recuerdo de un silencio contemplar cómo se iban las horas. Llego a una ciudad, Ansío otra, Me pierdo en calles que más tarde son mis amigas, Me aprendo nombres de negocios, números de teléfono, ¡Te quiero! ¡Te quiero! Y aún después de conocerte y olvidarte resuena tu nombre en mi memoria, Como personas que marcaron una cicatriz en mi cabeza, Resaltaron y dibujaron una sonrisa en mi rostro. Ese abrazo dado en la mañana de ese invierno Cuando el sol no quería saludarnos hasta después de las diez, Se pierde en la solemnidad de una memoria marchita Que deja tras sus pasos las ciudades que visité y recordé. Ahora que las manos y el papel son mi escondite perverso Resuena en el espacio en blanco el beso que me diste al despedirnos, Y esa mano que rozó l...