El Miedo a la Soledad
Lo que a mí más aterraba, en el fondo, no era la soledad, sino el tiempo. Sí, el tiempo. Incluso aunque externamente estaba solo, en la pieza o en mis proyectos, siempre estaba o conversando con alguien, o viendo alguna serie, o "compartiendo" esa soledad de alguna forma. Y es curioso cómo la mente tiene muchas vías de escape para evitar esa sensación de soledad. Créanme que si uno está solo en casa, pero viendo algo en Netflix o Instagram, no es enfrentar la soledad de una manera profunda. ¿Cuándo es que llega ese momento en el que uno se da cuenta? No lo sé, realmente. Supongo que sucede cuando la situación es ineludible, o al menos, las típicas rutas que uno tomaba para escaparse ya aburren. Entonces te das cuenta, casi lamentablemente, que no hay nada más que hacer. Entonces observas la realidad desde tu trinchera, rendido al fuego, como si estuvieras en la cima de una gran montaña. Entonces la soledad tiene un gusto distinto, un silencio tal vez agradable, en dond...