Entradas

Mostrando entradas de 2014

No sé si recuerdo

Se alinearon los segundos al extrañarte Para decirme con certeza que te quiero Se pierden los momentos en el olvido Y aún cuando los recuerdo, Los borro… Quiero perpetuarte en el infinito Pero extrañarte no puedo, Porque entre tú y yo, Ya no nos quedan cartas por jugar. Te he querido tanto Como he querido al oxígeno, Me has hecho llorar tanto Que recordar por qué, no puedo, Me has hecho feliz, Tanto y tanto, Como el sol en el frío, Como el pan en el hambriento, Me has hecho sonreír, Tanto como he podido hacerlo. Desespero en el necesitar Y el tiempo pasa sobre mi frente Tú estás allá, Y yo estoy acá… Quisiera amarte, Como siempre lo había hecho Creado por David Rodríguez. Propiedad Legal y Derechos Reservados.

Sobre el Tiempo

Fue un fin de semana complicado, un conjunto de esos días que suceden rápidamente, sin que uno se vaya dando cuenta qué es lo que está pasando, el porqué de las cosas que están ocurriendo.             Llegar a las tierras que me vieron nacer es llenar mis ojos de nostalgia. Y cada vez que vuelvo, luego que el tiempo ha avanzado un poquito más, me siento más ajeno, más extraño, como un extranjero que visita tierras lejanas. Sé que he recorrido todas esas calles, contemplado miles de veces esos mismos árboles, pero ahora que regreso una y otra vez luego de pasar más tiempo lejos de ahí, todo tiene un dejo de extrañeza, una pizca de algo diferente que no sé lo que es, pero que presiento. Es ahí cuando siento que nunca me gustaría haberme ido; nunca haber salido de esas tierras, de mi familia, para emprender otros caminos y tener otros horizontes. Quisiera saber cómo habrían salido las cosas si hubiese estado allí en esos momentos ...

Tú y Yo

Regresarás a ti misma un día mirando en tu interior con calma y dentro de tus ojos encontrarás sueños eternos que aún no terminan. Nos quedamos atascados en los caminos, tú sin amar, yo sin soñar y en cada camino no descubríamos el por qué del camino y del destino. Regresarás a ti misma cuando sueñes y en tus brazos solitarios verás que aún no hay golondrinas ni amores encontrados que la vida aún no te ha deparado. Y yo en mi camino, creí amar, y en mis brazos ocupados no te tengo, miro en mi espejo pero no te veo y en mi rostro sólo veo tu ausencia. Los dos solos, y más penas de amor, regresaremos, una y otra vez, a nosotros, y en cada uno de nuestros caminos algún día nos daremos cuenta: Que nos merecemos el uno al otro y la vida aún no nos había presentado... Creado por David Rodríguez. Propiedad Legal y Derechos Reservados.

Caídas

Desde las caídas, después, Siempre te sientes menos importante. Un poco reducido, humillado, Por entender este mundo, y caer. Antes de la desesperación, Sufres, te levantas y miras el suelo, Mientras el aire pasa por tus cabellos Inseguro estás de tu propio respirar, Mientras que, Anhelado, Te cruzas con los caminos de los demás Pero de entre tu mirar, aparece, Una sonrisa intermitente. Que no somos nada, Eso nos recuerdan ellos cada día, Que valemos lo que tengamos, Que poseamos lo que podamos. Pero dentro de nuestra alma, Se esconde eso que siempre hemos necesitado. No dentro de un libro, Ni en los labios del amado, Ni en las caderas de la amada, Ni en los placeres del vino, Ni en la música del baile… Dentro de tu caída, Surge el sentido de la vida, De caer y levantarse Más digno que antes, Más puro que ayer… No te preocupes por caer, Hermosa mía, Ni de si estoy al lado tuyo Cuando lo hagas Preocúpate ...

Contigo

He tomado designios de amor en tu presencia Presenciado el ocaso del odio, La calma del sosiego, Y cuando temo mi vida a tu camino, Contigo, la vida se teje sin prisa. He presenciado la creación del universo Cuando nos hemos unido, Y contemplado los amaneceres del cielo, Entre la distancia de tus ojos con los míos. Tanta distancia entre los mundos, No extraña a tu recuerdo en mi alma, Y atesoro caricias que me has dado, Aun cuando se han ido de mi cuerpo. He contemplado despierto Las olas de un mar infinito, Y despojo en él la sombra De tus caderas tormentosas. Dentro de una nube eclipsada, Yacen los miles de nuestros besos, Eternizados en la llama de un fuego, Que mientras nos amemos vivirá. He comprendido el por qué De la presencia de una estrella u otra, Y en las figuras que antaño desordenadas, Mi vista ciega a sus formas daba, Ahora veo los compases de tus miradas, Noche tras noche por nosotros hecha. De amores...

Tú, hecha de nada

A veces creo que te veo Pero no te encuentro. A veces sueño contigo Y en el amanecer descubro Un secreto develado: Que no hay olvido Para lo aún no vivido. A veces creo que te toco Cuando a mis manos encuentro, A veces creo que te sigo Y encuentro Un anhelo extraviado De evidentes fatigas… A veces creo que estás, Y estás, Dando vueltas en mi cabeza Con el brillo del cielo, Y la claridad de mi mente Permeada en tu esencia… En mí. A veces creo que te tengo Y te pierdo, Y en el sólo perderte Me alegro Porque ya te he tenido, Pero no puedo alegrarme De haberte tenido Porque aún no te he hallado. A veces creo que lloras Y tu consuelo es mi ser Y trato y trato, Te juro que trato De borrar tu llanto Confuso y soñado, Creído y perdido Pero creo y no vivo, Y en el creer desespero Porque no puedo saber Si ríes o lloras, Si cantas o bailas, Si caminas o tropiezas. Sólo creo, sólo creo, Pero no puedo s...

Separados

Se perdió, donde recordarla no puedo. Se alejó, hundió en si mísma su rostro Y anhelada su mirada a un amanecer perdido, se le perdió el día y con él yo me fuí. Se perdió, y la busqué entre los recuerdos del ayer, pero caminaba sola y un beso se fue, se perdió un camino y usted en él, y cuando nos dimos cuenta ya cada uno se perdía consigo mísmo... ... Quiso encontrarme, pero usted ya no me conocía... Creado por David Rodríguez. Propiedad Legal y Derechos Reservados.

Ayer Apareciste

Ayer he visto tu rostro. O creo haberlo visto entre las miles de caras que frente a mi vista pasaron. Tal vez sólo vi una parte de ti. En una revista de cosméticos, impregnada de bellezas superficiales, encontré tu rostro anhelado. Era parte de ti y lo sé. Algún día te conoceré y podré comprobar tu belleza, y tocarla, y vivirla, como si en verdad existieras.                 El rostro de la revista tenía tu misma mirada. Unas cejas plantadas con el pincel de la vida, con extrema seguridad. Ese mirar cómplice, alejado de dudas y remordimientos que te caracteriza, las veces que me he dado cuenta que te he visto por ahí. Tus ojos, redondos y negros, miraban fijamente y concordaban con esa ceja arqueada, ligeramente levantada en un ángulo pretensioso, con una profundidad que provoca nerviosismo en una personalidad no muy segura del espectador. Tu sonrisa, levemente mostrada, afirmaba un amor propio evidente, ...