Kalistero

Puedo observarlo todo, menos mi existencia. Puedo observar el espejo del mundo, Y sentir las refracciones del tiempo De un leve roce que voy llamando vida. Puedo observarlo todo, menos mi existencia. Intentar recordar cómo es que yo era En el tumulto escondido de mis sueños, Sueños desconocidos y recordados al nacer. Puedo oír la voz de todos Pero nadie dice mi nombre, Ni el sonido de las sílabas Mezclándose entre sí, Tambaleándose en timbres y silencios Que van ocupando mis recuerdos. Y olvido, con el nombre, Cómo debería ser, Cómo la gente me recuerda. Cómo la gente me sueña. Olvido la forma en la que sonaba Las letras que me dan identidad, Olvido cómo se sentía Que alguien me nombrara Y rompiera el silencio eterno Con la configuración de mi existencia. Ya no me acuerdo cómo era Que en los labios de otro ser Apareciera el sonido de mi nombre Llamándome en el silencio. No creo que sea inalcanzable Pedir que alguien ...

Corren desolados los pájaros sin sentido Perdidos entre sus propias sombras desoladas, Caí, cabizbajo, En una sombra de hielo, Volando entre las cacofonías irresolubles del ser. Yo perdido, una vez más, Me he posado en el silencio. Hundido en mi propio pensamiento Encuentro un templo perdido en las nubes. Caigo entonces en la penumbra de mis deseos, Navegando entre pasillos oscuros que se parecen a mi rostro. Las historias de mi lamento, Se parecen entre sí, Se aparecen entre los muros Se aparecen entre los suelos. Caigo entonces en la penumbra de mis recuerdos, Dejando la mirada incrustada en días pasados, Y contagioso a mi destino, Me invento un ser que se parezca: Al pasado y al futuro, que intento rearmar.