Kalistero

Cómo poder decir que me alejo de tí si nunca te tuve. Cómo retomar tardes de amor que por culpa del pasado nunca se dieron. Llevo arrastrando un deseo de unirme a tu vida, pero la casualidad de que me voy me aleja de tu compañía. Cómo poder decir que el tiempo nos separa si nunca estuvimos tan unidos. Cómo explicar que nos es nada; y la nada nos redime. Que lo que se nos quita es sólo un deseo una intención de estar a tí, y ahora que me voy de tí esta lejanía no tiene sentido. No tiene sentido porque no nos tuvimos no tiene sentido porque no existe: Y ese no sentido de algo que no fue a veces duele más que un amor perdido.

Perdidos entre caminos desolados los anhelos de juventud se perpetuarían, y asolados por un destino confuso cada día escondería su alegría. Familias buscaron refugio bajo la lluvia sostuvieron su calor. Tantos parches frente a la adversidad austeridad sostenida frente al cielo, sucumben en sueños a veces realizados. Vacilantes, pensantes, salen del hogar perpetúan su sonrisa, solitarios buscan refugio y la nada se sostiene. Perdido entre caminos encontrados el joven de tiñe de suciedad, sucumbe frente a la noche y, se reúne junto a su infancia; recuerda su cama en calor el cuento infantil de su madre, el calor de la chimenea y lo pastos de su padre. Enseñanza sostenida (alma suya): joven solitario de vivir.

Nunca tengo bastante de lo que nunca deseo. Llega a mí en demasía justo lo que no buscaba. La vida sorprende: Llega a mí el viento en medio de un escalofrío, me hundo en mares tormentosos justo en medio del desierto, camino por destinado sendero dentro de un laberinto, respeto las señales ordenadas en un caos emergente. Me embriago de alcohol en un vaso vacío, me llega el aire supremo bajo el agua que me ahogaba, viento me eleva por el aire justo cuando a caerme iba, sucumbo en éxtasis de gula en medio de la inanición. ¿Acaso es muy extraño? El amor que no buscaba llegó a mi puerta y me besó, y ahora que lo quiero se fué por la puerta suya. Cuando quiero las cosas no llegan, y cuando las olvio las tengo bastante.

Cambia detrás de mí, olvido el reflejo del árbol, la oscuridad que me mira consternada, el silencio que me golpea sin fin. Bajo la mirada porque me pesa, marchito los pasos hacia las nebulosas, escribo los días sobre el césped del tiempo, me confundo a mí mismo con el vacío. Necesito un compás, una marca, un hilo de vuelta. Necesito un anhelo un sueño que olvidar. Al menos escondido, colapsar de la vida, al menos estar muerto para después estar vivo. Al menos yo mismo para poderme recordar, al menos deprimido para poderme alegrar. Al menos ausente para poder después; existir...

Permanece oculto el misterio del tiempo Mientras mi corazón se anhela con el pasar, Bajo la mirada confusa de un verano perdido Paso a la muerte que en la vida se transforma. Acojo los sueños con una mirada de niño Y guardo, humilde, los secretos del mundo, Allá, afuera, dentro de nuestros pensamientos Me he unido con el alma del universo. Me pierdo en mi sombra que me prepara para la nada Y pienso que si para el mañana, el mundo preparado está Ya historias no quedan para poder decir al viento, Que no reposen en la sencillez del infinito. Confío que los dioses me preparen un mar en calma En donde mis sueños anclados en deseos reposar, Bajo una extraña delicadeza de misterio El amor del cosmos: poder abrazar. En laberinto de pensamientos se teje el tiempo Encinto en realidades, lozanías y orgasmos, Cuántas lágrimas por décadas derramadas Sobre tumbas perdidas en océanos renombrados: Acá en el mundo que se limita a sí mismo Presencio...

Como dos extraños ruidos de la naturaleza a la vez, como un pétalo de polen que cayó frente a mis pies, como dos nubes distantes que bailaron en el cielo, como dos hojas en el río que llegaron a mismo puerto. Nos hemos conocido sin saberlo de antemano sin esperar de nuestros sueños otra cosa que el olvido. cuántos universos: tuvieron que crearse, cuántas batallas en la historia tuvieron que librarse, cuántas estrellas distantes tuvieron que explotar para que tú y yo estemos frente a frente ahora mismo. Y el tiempo confabuló, a si mismo, en su contra dibujó sonrisas en nuestros rostros de belleza a su mirar, como imágenes en un libro que se besan al cerrar, como sol que a tu sombra calza perfecta a mi existencia. Si, a tí, a ti te hablo: Y si la vida nos encontró a nosotros juntos, ¿Dejarás que el universo, al no amarnos, pierda su sentido?