Fotografías
Me enamoré de tus fotografías. Tú ya sabes, es lo único que puedo ver. Son miradas que no me esquivan, ni me odian, que no se detienen y que me esperan para cuando estoy preparado; miradas que no son de desprecio, y no me preocupa que se puedan gastar en el momento. Me enamoré de todas esas sonrisas que, por más que las mire, no me ponen nervioso. Me enamoré de todos esos momentos en los que puedo programarme y proponerme que observaré tu rostro por horas, sabiendo que me observarás sin detenerte, sin pestañear, y tus sonrisas hacia mí serán eternas, imborrables, inquebrantables en el tiempo. Memorizo tus facciones, la forma de tus ojos y de tus labios, que me parecen perfectos. A veces cierro los ojos por unos segundos, frente a una fotografía tuya, y los abro nuevamente, para ver si has dejado de sonreírme. Contemplo por largas horas las diferentes versiones de tu rostro sonriente, tratando de encontrar algún defecto, algún detalle que no me guste, para poder redimirme y dej...