Sexo
Como si fuera la noche eterna, amiga fraterna abrigo de lo desconocido, me cobijo en el umbral, me preparo para entrar en tu aposento voy a la deriva, luciérnagas sin luz. Saco con cuidado los pétalos para no dañar a la rosa. Me preparo para sentír el frío clima de tus sábanas comparado con el fuego de la piel que despojo. ¡Cómo no te voy a querer! Espejo mío, corazón mío, yo, te quiero. Tu cuerpo entero hecho de lágrimas mías cada pétalo oculto, abstraído de la oscuridad. He sido asesino, muchas veces, de tu morada. He entrado a caballo, de pie y de rodillas, pero mi cuerpo tiembla, mis manos son torpes, ladrón de un cuerpo eternamente virgen. Derruido, marchito, joven y decidido, así entro en la oscuridad, en las sábanas. me clavo y me detengo en lugares conocidos espejo mío, corazón mío, tus manos reflejo y testigo de lo que me dan abrigo, un azul sonido cristalino, crispa entre nuestros cabellos. eres tan hermosa como dibujar al v...