Kalistero

Cuando los días de tormentas comiencen a golpearte… Cuando contemples la soledad de un cielo infinito… Cuando el inmenso silencio del frío te congele, Nunca olvides, abrazar al tiempo. Cuando la pena de los días parezca eterna y en nostalgia… Cuando los mares desolados te hundan en la oscuridad… Cuando todo en el universo parezca no apuntar a ti, Nunca olvides, nunca olvides, abrazar al tiempo. Abre los brazos al destino Y logra unirte a su mirada, Sonreírle a la caída De las hojas despistadas. Entrégate, Soñoliento, Al sueño eterno de la duración. Cuando los brazos del mundo se olviden de abrazarte… Cuando los amores sean tan lejanos que ni siquiera puedas recordar… Cuando el frío del invierno entre ensimismado por la puerta, Nunca olvides, nunca olvides, sonreír al tiempo. Cuando la luz de tu espíritu caiga marchita por los ríos… Cuando las gentes hasta olviden cómo decir tu nombre… Cuando el planeta eterno se colapse en su virtua...

Si posaras en mis labios la aurora del silencio Una tarde en que las aves bailaran bajo el cielo, Sentirías en tu espíritu la quietud de una sonrisa Que descansaría de la tormenta cayendo entre tus labios. Posarías en mí todo el peso de tu destino Sin pensar a dónde nos llevaran nuestros labios, Acercándonos, poco a poco, de respiro en respiro, Hasta que nuestras almas se tocaran desde el infinito. Si por fin cerráramos los ojos Y nos miráramos con los labios, Descifraríamos este enigma Que nos tiene separados.